Rafiki se ha llevado el premio del público a mejor largometraje y el del jurado a mejor interpretación para Samantha Mugatsia en el LesGaiCineMad 2018. El recorrido de esta película keniana es como una montaña rusa. Fue recibida con éxito en en varios festivales de cine como Cannes o el Joburg Film Festival y, sin embargo, prohibida en su país de origen en abril. Posteriormente se la “indultó” un tiempo para poder optar a la candidatura al Óscar a mejor película extranjera, pero podemos afirmar que el gobierno no está muy contento con ella. No olvidemos que en Kenia la homosexualidad sigue penada con la cárcel.
Los datos técnicos que nunca sé dónde poner
Dirección: Wanuri Kahiu.
Guión: Wanuri Kahiu, Jenna Cato Bass.
Intérpretes: Samantha Mugatsia, Sheila Munyiva.
Duración: 83 minutos.
La peli
Kena es una joven responsable; ayuda a su padre con la tienda familiar, es buena estudiante y vive una vida rutinaria de la mejor manera que sabe. Pero cuando Ziki se cruza en su camino, las dos jóvenes verán cómo su mundo queda alterado para siempre. Pronto entablarán una amistad que contará con cierta oposición por parte de sus padres, enemigos políticos locales. Cuando esta amistad desemboque en romance, tendrán problemas aún más graves.
Rafiki nos ha cautivado por su colorido, su tierna historia de amor y su retrato de la juventud de este país, alejado de los tópicos sobre África a los que solemos asistir cuando es una mirada europea o estadounidense la encargada de la dirección. La película no solo trata la homosexualidad en Kenia, también habla de la situación de la mujer en una sociedad que delimita claramente la imagen y el papel que esta debe tener en la familia, la calle o el trabajo.
Pese a la gravedad de la situación del colectivo LGBTQ+ en Kenia, es una película que arroja una mirada esperanzada y combativa. Que aboga por no conformarse. Para nosotras es una muestra de realidades diferentes y a la vez cercanas, un recuerdo de que nos queda un largo camino por recorrer por nuestros derechos a nivel mundial.
Publicada por Hay una Lesbiana en mi sopa