Tanzania, (prismalgbti.com) – El sábado 3 de noviembre una redada policial en la isla de Unguja, la mayor de Zanzíbar, detuvo a 10 hombres quienes supuestamente celebraban la fiesta de una “boda gay”. Cinco días después fueron puestos en libertad por falta de pruebas, pero los oficiales continúan una investigación en su contra.
“Continuamos con nuestra investigación y, si encontramos evidencia, podrían ser detenidos de nuevo y acusados”, señaló el jefe regional de la Policía de Unguja, Suleiman Hassan.
Los hechos ocurrieron pocos días después que el alcalde la ciudad de Dar es Salaam, Paul Makonda, anunciara la creación de una unidad para perseguir a la población LGBTI, solicitando a la población que denunciara a otros ciudadanos.
Después de este anuncio, el gobernador recibió más de 5.000 mensajes y una lista de al menos 100 nombres.
Makonda, un estrecho colaborador del presidente John Magufuli, ha declarado en otras ocasiones apoyar la pena de muerte para las personas LGBTI, por considerar que violentan las “leyes de Dios”.
Inmediatamente después de las declaraciones del gobernador, los ojos internacionales se posaron sobre Tanzania. Esto generó que la Unión Europea se pronunciara, señalando que revisaría los tratados de sus países con Tanzania a raíz de la evidente violación de derechos humanos.
Por otra parte, el ministro de Desarrollo de Dinamarca, Ulla Tornaes, anunció por medio de Twitter que a raíz de la violación a los derechos humanos, el país decidió no continuar con un fondo de ayuda de 10 millones de dólares.
“Estoy muy consternado por el desarrollo negativo que hay en Tanzania, recientemente las expresiones homofóbicas de sus líderes políticos. El respeto a los derechos humanos es de suma importancia para Dinamarca”, declaró Tornaes. Dinamarca es el segundo país que más dinero dona a Tanzania.
En tanto el Banco Mundial reaccionó posponiendo un préstamo a Tanzania por 300 millones de dólares, a raíz de una prohibición de ingreso a escuelas a jóvenes embarazadas.
El gobierno de Magufuli intentó separarse de las posiciones de Makonda, declarando oficialmente que lo dicho por el gobernador es opinión exclusiva de él y no representa una postura del país.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación con África Oriental, en nombre del Gobierno de la República Unida de Tanzania, desea informar a su pueblo y a la comunidad internacional a través de los medios locales e internacionales acerca del problema de la homosexualidad abordado recientemente por el excelentísimo comisionado regional de Dar es-Salam. En su reunión con los medios de comunicación, el excelentísimo comisionado regional anunció una campaña para hacer frente a los actos homosexuales en la ciudad de Dar es-Salaam. El Gobierno de la República Unida de Tanzania desea aclarar que esa es su opinión y no la posición del Gobierno. Además, el Gobierno de la República Unida de Tanzania desea aprovechar esta oportunidad para recordar e insistir en que continuará respetando todos los acuerdos internacionales sobre derechos humanos que ha firmado y ratificado. Tanzania seguirá respetando y protegiendo los derechos contenidos en la Constitución de la República Unida de Tanzania”, señala un comunicado oficial.
Sin embargo, el gobierno central no tomó ninguna medida correctiva o de censura. Esto ha sido ampliamente criticado por voces de oposición que ven en la actitud de Magufuli un proteccionismo para el gobernador.
Makonda, indicó que prefiere ” hacer enojar a los países de occidente” por sus acciones lgbtfóbicas, “y no hacer enojar a Dios”.
Tanzania se suma a Egipto, Kenia y Malawi, países de África que en años recientes ha emprendido campañas de persecución a la población LGBTI. En ese continente, la homosexualidad es un delito en 34 países, y delito pasible de ser castigado en Mauritania, Sudán, Niger y Somalia.